Tuesday, November 13, 2007

JESUCRISTO ES EL SEÑOR

1Por tanto, si hay alguna consolación en Cristo, si algún consuelo de amor, si alguna comunión del Espíritu, si algún afecto entrañable, si alguna misericordia, 2completad mi gozo, sintiendo lo mismo, teniendo el mismo amor, unánimes, sintiendo una misma cosa. 3Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo; 4no mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros. 5Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, 6el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, 7sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; 8y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. 9Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, 10para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; 11y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.

Monday, October 15, 2007

PROFECIA DE ABDÍAS

La humillación de Edom

1Visión de Abdías.
Jehová el Señor ha dicho así en cuanto a Edom: Hemos oído el pregón de Jehová, y mensajero ha sido enviado a las naciones. Levantaos, y levantémonos contra este pueblo en batalla. 2He aquí, pequeño te he hecho entre las naciones; estás abatido en gran manera. 3La soberbia de tu corazón te ha engañado, tú que moras en las hendiduras de las peñas, en tu altísima morada; que dices en tu corazón: ¿Quién me derribará a tierra? 4Si te remontares como águila, y aunque entre las estrellas pusieres tu nido, de ahí te derribaré, dice Jehová.
5Si ladrones vinieran a ti, o robadores de noche (¡cómo has sido destruido!), ¿no hurtarían lo que les bastase? Si entraran a ti vendimiadores, ¿no dejarían algún rebusco? 6¡Cómo fueron escudriñadas las cosas de Esaú! Sus tesoros escondidos fueron buscados. 7Todos tus aliados te han engañado; hasta los confines te hicieron llegar; los que estaban en paz contigo prevalecieron contra ti; los que comían tu pan pusieron lazo debajo de ti; no hay en ello entendimiento. 8¿No haré que perezcan en aquel día, dice Jehová, los sabios de Edom, y la prudencia del monte de Esaú? 9Y tus valientes, oh Temán, serán amedrentados; porque todo hombre será cortado del monte de Esaú por el estrago. 10Por la injuria a tu hermano Jacob te cubrirá verg:uenza, y serás cortado para siempre. 11El día que estando tú delante, llevaban extraños cautivo su ejército, y extraños entraban por sus puertas, y echaban suertes sobre Jerusalén, tú también eras como uno de ellos. 12Pues no debiste tú haber estado mirando en el día de tu hermano, en el día de su infortunio; no debiste haberte alegrado de los hijos de Judá en el día en que se perdieron, ni debiste haberte jactado en el día de la angustia. 13No debiste haber entrado por la puerta de mi pueblo en el día de su quebrantamiento; no, no debiste haber mirado su mal en el día de su quebranto, ni haber echado mano a sus bienes en el día de su calamidad. 14Tampoco debiste haberte parado en las encrucijadas para matar a los que de ellos escapasen; ni debiste haber entregado a los que quedaban en el día de angustia.

La exaltación de Israel

15Porque cercano está el día de Jehová sobre todas las naciones; como tú hiciste se hará contigo; tu recompensa volverá sobre tu cabeza. 16De la manera que vosotros bebisteis en mi santo monte, beberán continuamente todas las naciones; beberán, y engullirán, y serán como si no hubieran sido. 17Mas en el monte de Sion habrá un remanente que se salve; y será santo, y la casa de Jacob recuperará sus posesiones. 18La casa de Jacob será fuego, y la casa de José será llama, y la casa de Esaú estopa, y los quemarán y los consumirán; ni aun resto quedará de la casa de Esaú, porque Jehová lo ha dicho. 19Y los del Neguev poseerán el monte de Esaú, y los de la Sefela a los filisteos; poseerán también los campos de Efraín, y los campos de Samaria; y Benjamín a Galaad. 20Y los cautivos de este ejército de los hijos de Israel poseerán lo de los cananeos hasta Sarepta; y los cautivos de Jerusalén que están en Sefarad poseerán las ciudades del Neguev. 21Y subirán salvadores al monte de Sion para juzgar al monte de Esaú; y el reino será de Jehová.
Reina Valera Revisada (1960), (Estados Unidos de América: Sociedades Bíblicas Unidas) 1998.

Thursday, October 11, 2007

La permanente Palabra de Dios

El mundo moderno es el de la comunicación. Ésta hace desarrollar la tecnología y justifica un nuevo vocabulario: los medios de comunicación, satélites, Internet, ordenador o computadora portátil, etc. Al igual que los atenienses de otros tiempos (Hechos 17:21), los hombres de hoy pasan las horas dando u oyendo noticias.
Los mensajes emitidos o recibidos por los seres humanos son, al igual que ellos mismos: “neblina que se aparece por un poco de tiempo, y luego se desvanece” (S
antiago 4:14). Pero en realidad no hay verdadera comunicación; cada uno permanece en su soledad.
Pero agradó a Dios establecer una comunicación con el hombre y, después del pecado de éste, restablecerla. El Dios vivo y eterno se dirigió a su criatura para informarle y darle a conocer lo que él es y sobre qué base puede fundamentarse la relación con él.
El medio de esa comunicación con Dios es su Palabra, la Biblia, la cual es, como su autor, viva e inalterable. Es una palabra definitiva, porque Dios y su mensaje no cambian; también es una palabra accesible a todas las personas.
Dios hizo transmitir el mensaje concerniente a lo que él es por medio de un mensajero, su mismo Hijo, quien vino a la tierra como hombre, sin dejar de ser Dios. Es Jesús, Emanuel, Dios con nosotros. Por decirlo así, Dios se puso al alcance del hombre en la persona de un hombre, divino mensajero y mensaje divino a la vez. Este es el misterio de la encarnación.

© Editorial La Buena Semilla, 1166 PERROY (Suiza)

LA VERDAD NOS HACE LIBRES

LA LIBERACIÓN

Para todos resulta evidente el hecho de que, cuando un cristiano muere y va al cielo, ha quedado completamente librado del poder del pecado. Es claramente imposible que el pecado pueda ejercer algún dominio o autoridad sobre una persona muerta. Pero si afirmamos que el creyente, en su vida actual, ha sido librado del poder del pecado tan ciertamente como si hubiese muerto e ido al cielo, entonces ya no se ve ni se admite esta verdad con tanta facilidad. El pecado no tiene más dominio sobre un cristiano que el que puede tener sobre un hombre muerto y sepultado.
Nos referimos al poder del pecado, no a su presencia. Que el lector advierta con cuidado este punto. Existe una sustancial diferencia entre un cristiano aquí abajo y otro allá arriba con respecto a la cuestión del pecado. Aquí, él es librado sólo del poder del pecado; allá, será liberado de su presencia. En su condición presente, el pecado mora en él; pero no tiene por qué reinar. Pronto, el pecado ni siquiera habrá de morar en él. El imperio del pecado llegó a su fin. Ahora ha comenzado el reinado de la gracia. “El pecado no se enseñoreará de vosotros; pues no estáis bajo la ley, sino bajo la gracia” (Romanos 6:14).
Y, nótese con atención, en Romanos 6 el apóstol no está hablando del perdón de los pecados, tema que trata en el capítulo 3. Nuestros pecados –bendito sea Dios– fueron totalmente perdonados, borrados y eternamente cancelados. Pero, en el capítulo 6, el tema no es «el perdón de los pecados», sino la completa liberación del pecado como poder o principio reinante.
¿Cómo obtenemos este inmenso favor? Por la muerte. Hemos muerto al pecado en la muerte de Cristo. ¿Es esto cierto respecto de todo creyente? Sí, de todo creyente que se halla bajo la bóveda del cielo. ¿No se trata de una cuestión de logros? De ninguna manera. Es algo que pertenece a todo hijo de Dios, a todo verdadero creyente. Es la posición común a todos ellos. ¡Bendita y santa posición! ¡Sea alabado Aquel que la ganó para nosotros y que nos introdujo en ella! Vivimos bajo el glorioso reinado de la gracia, la cual reina “por la justicia para vida eterna mediante Jesucristo, Señor nuestro” (Romanos 5:21).
Esta verdad, que nos concede tal liberación, es poco comprendida por el pueblo del Señor. Muy pocos, comparativamente hablando, han ido más allá del perdón de los pecados, si han llegado siquiera a ello. No ven su plena liberación del poder del pecado. Sienten la influencia del mismo y, basándose en sus propios sentimientos en lugar de considerarse a sí mismos como lo que son según la propia Palabra de Dios, se ahogan en un mar de dudas y temores en lo que respecta a su conversión. En vez de estar ocupados con Cristo, lo están con su propio estado interior, con su propia estimación. Contemplan su estado a fin de obtener paz y consuelo, y por eso son –y deberán serlo– miserables. Nunca obtendremos paz si la buscamos en nuestro estado o condición espiritual. El camino para obtener paz es creer que hemos muerto con Cristo, que hemos sido sepultados con él, que fuimos resucitados con él, que somos justificados en él y que somos aceptos en él. En pocas palabras, debemos creer que, “como él es, así somos nosotros en este mundo” (1.ª Juan 4:17).
Esto constituye la sólida base de la paz. Y no sólo eso, sino que es el único secreto divino de una vida santa. Estamos muertos al pecado. No se nos exhorta a hacernos morir a nosotros mismos. Estamos muertos en Cristo. Un monje, un asceta o uno que hace todos los esfuerzos posibles para alcanzar una perfección sin pecado, puede tratar de dar muerte al pecado mediante diversos ejercicios corporales. Pero ¿cuál es el resultado inevitable?: Miseria. Sí, y tanta más miseria cuanto mayor sea el afán por lograr tales fines. ¡Cuán diferente es el cristianismo! Nosotros comenzamos con el bendito conocimiento de que estamos muertos al pecado; y, con la bendita fe en ello, “hacemos morir”, no al cuerpo, sino sus “obras”.
¡Ojalá que el lector pueda vivir, por la fe, según el poder de esta plena liberación!
C.H.M.

Tuesday, October 02, 2007

CONVERTIDOS DE CORAZON

EL CORAZÓN QUE SUSPIRA POR LA PERSONA DE CRISTO
Nada que no surja del amor personal a Cristo y de la comunión con él puede tener algún valor. Podemos saber al dedillo las Escrituras; podemos predicar con notable elocuencia y fluidez, con una fluidez tal que las mentes poco experimentadas pueden muy fácilmente confundir con «poder»; pero, ¡oh, si nuestros corazones no beben profundamente de la fuente principal; si el motor que los anima no es hacer del amor de Cristo una realidad práctica, todo terminará en algo fugaz y pasajero! He aprendido a estar cada vez más insatisfecho con todo aquello que —ya en lo que respecta a mí mismo, ya a los demás— no tenga que ver con una comunión permanente, profunda, divinamente labrada, y una plena conformidad, con el bendito Señor. A los caprichos personales, los detesto; a las meras opiniones, les tengo temor; a las controversias, las evito; sistemas de doctrina, teorías, escuelas de pensamiento, en una palabra, todo «ismo» lo considero carente de valor. Mi anhelo, en cambio, es conocer más de la gloriosa persona de Cristo, de su obra y de su gloria. Y entonces, ¡vivir para él! ¡Trabajar, testificar, predicar y orar, hacerlo todo por Cristo, y mediante la obra de su gracia en nuestros corazones!
C. H. Mackintosh

Monday, October 01, 2007

LA GRAN FIESTA DE BODAS

Todo está preparado


Pocos días antes de su crucifixión, Jesús contó la historia de “un rey que hizo fiesta de bodas a su hijo” (Mateo 22:1-14). Ella ilustra admirablemente la gracia de Dios que invita a gente de toda clase a compartir su gozo. Todo está preparado, no hace falta nada, solamente responder al llamado de Dios.
Normalmente no se rehúsa una invitación a una boda, y menos aún cuando se trata de una recepción real. Sin embargo, en esta parábola, los invitados inventan la peor excusa. Esa imprevista reacción ilustra lo que somos. Aceptamos con mucho gusto invitaciones por amistad o conveniencia, pero cuando Dios nos convida ponemos inconvenientes. Una invitación desinteresada nos parece increíble. Sin embargo, Dios lo hace. No rehusemos su invitación, como en la parábola, por pretextos de trabajo o de familia (v. 5). La sala de bodas se llenará con todos aquellos que hayan aceptado la invitación, cualquiera que sea su grado de culpabilidad a los ojos de los hombres puesto que todos habrán sido salvos por la misma gracia de Dios a través de la fe en su Hijo Jesucristo.
Para participar de esa fiesta era necesario haberse puesto el vestido de boda dado por el rey en el momento en que los invitados llegaban, ya que venían tal cual habían sido hallados en el camino (v. 10). Así, pues, la única condición que Dios pone para acogernos en su paraíso es que hayamos puesto a un lado nuestra propia justicia para vestirnos con la de Jesucristo (1 Corintios 1:30)

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Tuesday, September 25, 2007

PROSPERIDAD

DIOS MARCA LA DIFERENCIA

(adaptado por Pedro Acosta.)

Los deseos primarios de todos son comer, tener una casa, acceder a servicios de salud, progresar y ser felices. Una forma efectiva para alcanzar estos anhelos es siendo ricos. Así como hay personas pobres y personas ricas, también hay países pobres y países ricos.

La diferencia entre los países pobres y países ricos no es la antigüedad del país. Países como India y Egipto, que tienen miles de años de antigüedad y son pobres. En cambio, Australia y Nueva Zelanda, que hace poco más de 150 años eran casi desconocidos son, sin embargo países ricos y desarrollados.

La diferencia entre países pobres y ricos, tampoco son los recursos naturales con que cuentan. Tal es el caso de Japón que tiene un territorio muy pequeño y el 80% es montañoso y no apto para la agricultura y ganadería, sin embargo, es la segunda potencia económica mundial, su territorio es como una inmensa fábrica flotante que recibe materiales de todo el mundo y los exporta transformados a todo el mundo logrando así su riqueza.

Por otro lado, tenemos a Suiza un país sin océanos pero que tiene una de las flotas navieras mas grandes del mundo. No tiene cacao, pero tiene el mejor chocolate del mundo, en sus pocos kilómetros cuadrados pastorea y cultiva sólo cuatro meses al año, y los otros ocho meses son invierno, aún así produce los mejores lácteos de toda Europa. Al igual que Japón, no tiene muchos recursos naturales pero da y exporta servicios con calidad que difícilmente superables. Suiza es un país pequeño que ha vendido una imagen de seguridad, orden y trabajo, que lo han convertido en la caja fuerte del mundo.

Tampoco la inteligencia de las personas es la diferencia, como lo demuestran los ejecutivos que visitan nuestras fábricas y compañías de servicios. Al hablar con ellos nos damos cuenta de que no hay diferencia intelectual.

Tampoco el color de piel o raza marca la diferencia, pues en los países desarrollados vemos como la migración de técnicos y profesionistas de las economías alternativas (antes tercer mundo) demuestran ser la fuerza productiva de éstos países, no siéndolo en sus propios países donde difícilmente se someten a las reglas básicas que hacen a un país grande y fuerte.

¿Qué es lo que hace la diferencia de una país a otro? ¿qué es lo que hace la diferencia de una familia a otra, o de un individuo a otro? ¡Sus valores y actitudes!

Si estudiamos la conducta de las personas en los países ricos descubriremos que la mayor parte de la población cree y practica los siguientes valores.

1. Temor a Dios y/o alta moral como principio básico. Dios mío, tú alumbras mi vida: tú alumbras mi oscuridad. Con tu ayuda venceré al enemigo y podré conquistar sus ciudades. Tus enseñanzas son perfectas, tu palabra no tiene defectos. Tú proteges como un escudo a los que buscan refugio en ti (Salmo 18:28-30 BLA). Escuchen y cumplan todo lo que les he ordenado, para que a ustedes y a sus hijos les vaya bien siempre, por hacer lo que es agradable y recto a los ojos del Señor su Dios (Deuteronomio 12:28DHH).

2. Orden y limpieza. Arribaron a la tierra de los gadarenos…vino a su encuentro un hombre de la ciudad, endemoniado desde hacía mucho tiempo; no vestía ropa ni habitaba en casa, sino en los sepulcros…¿Qué tienes conmigo, Jesús, Hijo del Dios Altísimo?…entonces los demonios salieron del hombre…y hallaron al hombre de quien habían salido los demonios sentado a los pies de Jesús, vestido y en su cabal juicio; y tuvieron miedo (Mateo 8:28-34 RV95).

3. Honradez. No cometáis injusticia en los juicios, en medidas de tierra, ni en peso ni en otra medida. Balanzas justas, pesas justas y medidas justas tendréis. Yo soy Jehová, vuestro Dios, que os saqué de la tierra de Egipto (Levítico 19:35-36 RV 95). Las riquezas que se obtienen por medio de mentiras son ilusión pasajera de los que buscan la muerte (Proverbios 21:6 DHH).

4. Puntualidad. ¿Quién es, pues, el siervo fiel y prudente, al cual puso su señor sobre su casa para que les dé el alimento a tiempo? Bienaventurado aquel siervo al cual, cuando su señor venga, lo halle haciendo así. De cierto os digo que sobre todos sus bienes lo pondrá (Mateo 24:45-47 RV 95).

5. Responsabilidad. Así pues, cada uno de nosotros tendrá que dar cuenta de sí mismo a Dios (Romanos 14:12 DHH). Pero ustedes, queridos hermanos, manténganse firmes en su santísima fe. Oren guiados por el Espíritu Santo. Consérvense en el amor de Dios y esperen el día en que nuestro Señor Jesucristo, en su misericordia, nos dará la vida eterna (Judas 20-21 DHH).

6. Deseo de Superación. Por tanto, así dijo Jehová: Si te convirtieres, yo te restauraré, y delante de mí estarás; y si entresacares lo precioso de lo vil, serás como mi boca. Conviértanse ellos a ti, y tú no te conviertas a ellos (Jeremías 15:19 RV 60).

7. Respeto a la Ley y reglamentos.Todos deben someterse a las personas que ejercen la autoridad. Porque no hay autoridad que no venga de Dios, y las que existen, fueron puestas por él. Así que quien se opone a la autoridad, va en contra de lo que Dios ha ordenado. Y los que se oponen serán castigados, porque los gobernantes no están para causar miedo a los que hacen lo bueno, sino a los que hacen lo malo (Romanos 13:1-3 DHH).

8. Respeto por el derecho a los demás: Ustedes, hermanos, han sido llamados a la libertad. Pero no usen esta libertad para dar rienda suelta a sus instintos. Más bien sírvanse los unos a los otros por amor. Porque toda la ley se resume en este solo mandato: “Ama a tu prójimo como a ti mismo.” Tengan cuidado, porque si ustedes se muerden y se comen unos a otros, llegarán a destruirse entre ustedes mismos (Gálatas 1;13-15 DHH).

9. Amor al trabajo. Dios puso al hombre en el jardín del Edén para que lo cultivara y lo labrara (Gén. 2:15 BLA). El que hace bien su trabajo, estará al servicio de reyes y no de gente insignificante (Prov. 22:29 DHH). Feliz tú, que honras al Señor y le eres obediente. Comerás del fruto de tu trabajo, serás feliz y te irá bien (Salmo 128:1-2 DHH).

10. Educación financiera (ahorro e inversión). No se les ocurra pensar: ‘Toda esta riqueza la hemos ganado con nuestro propio esfuerzo.’.Deben acordarse del Señor su Dios, ya que ha sido él quien les ha dado las fuerzas para adquirirla…(Deuteronomio (8:17-18 DHH). El bueno dejará herederos a los hijos de sus hijos; Pero la riqueza del pecador está guardada para el justo. En el barbecho de los pobres hay mucho pan. Mas se pierde por falta de juicio (Proverbios 13:22-23 RV60). La riqueza ilusoria, disminuye; el que la junta poco a poco, la aumenta (Proverbios 13:11 DHH).

Les aconsejo que usen las falsas riquezas de este mundo para ganarse amigos, para que cuando las riquezas se acaben, haya quien los reciba a ustedes en las viviendas eternas. “El que se porta honradamente en lo poco, también se porta honradamente en lo mucho; y el que no tiene honradez en lo poco, tampoco la tiene en lo mucho. De manera que, si con las falsas riquezas de este mundo ustedes no se portan honradamente, ¿quién les confiará las verdaderas riquezas? Y si no se portan honradamente con lo ajeno, ¿quién les dará lo que les pertenece? Ningún sirviente puede servir a dos amos; porque odiará a uno y querrá al otro, o será fiel a uno y despreciará al otro. No se puede servir a Dios y a las riquezas (Mamón = deidad pagana con forma de cerdo) (Lucas 16:9-13 DHH).

(EXTRACTOS DE LAS SAGRADAS ESCRITURAS),
(CENTRO VIDA FAMILIAR)

MARANATA

ORIGENES

¿Quiénes son ustedes?

Algunos nos llaman los hermanos

T. E. Wilson y John Heading
de la serie de libros That the world may know,
publicada por Echoes of Service, Bath, Gran Bretaña

Cualquier observador inteligente de las iglesias principales del cristianismo, no puede dejar de darse cuenta de la gran divergencia entre la enseñanza y práctica de la Iglesia primitiva y lo que se enseña y practica hoy en día. En el transcurso de la historia de la Iglesia el Espíritu Santo ha levantado hombres con

percepción espiritual que han percibido agudamente el deterioro y a quienes Dios ha usado para redescubrir verdades perdidas durante siglos.

En el siglo 16 Martín Lutero quedó atónito ante el abandono de la cristiandad primitiva, y su vigorosa protesta condujo a la Reforma. Él recuperó la gran verdad de la justificación por fe en tan sólo la muerte vicaria de Cristo. Los avivamientos evangélicos del siglo 18 bajo los hermanos Wesley y George Whitefield fueron, sin duda alguna, una obra del Espíritu Santo, pero ambos movimientos fallaron en no sacar a la luz mucha verdad clave que estaba enterrada bajo los ritos y la tradición.

En el siglo 19 el Espíritu Santo obró de nuevo. Sucedió paralelamente en diversas partes del mundo, distantes entre sí e independientes la una de la otra. Varios varones de Dios, muchos de ellos eruditos y teólogos, fueron levantados para promover verdades espirituales que habían quedado desconocidas y desatendidas por siglos. La mayoría eran varones jóvenes poseídos de un afán vivo por volver a la Biblia y practicar lo que habían descubierto.

Conviene delinear aquí cuáles son estos principios. Por cuanto toda asamblea es autónoma y no tiene ningún credo salvo la Biblia, puede haber muy ligeras diferencias de interpretación en ciertas áreas, pero el cuadro amplio es como sigue.

En primer lugar los hermanos se ciñen tenazmente a las históricas doctrinas fundamentales de la cristiandad

: la Santa Trinidad del Padre, Hijo y Espíritu Santo, coiguales y coeternos; la deidad esencial del Señor Jesucristo y su auténtica humanidad impecable; su muerte vicaria en la cruz por el pecado; su resurrección corporal y su ascensión; su obra cual Sumo Sacerdote y su regreso para reinar durante mil años literales. Creen en el cielo para los renacidos y el castigo eterno para quienes rechazan a Cristo. Respetan sin reserva alguna la inspiración plena y absoluta fiabilidad de las Sagradas Escrituras en los escritos originales.

Pero procuran enfatizar y practicar una serie de doctrinas que creen que fueron olvidadas o corrompidas:

1. La Iglesia del Nuevo Testamento se llama el cuerpo de Cristo y tiene una sola Cabeza, el Señor Jesucristo. Todo creyente renacido es un miembro de aquel cuerpo, el cual tuvo su inicio en Pentecostés y será consumado en el arrebatamiento.

2. La iglesia local se compone de creyentes renacidos que se congregan en el nombre del Señor Jesús, desconociendo cualquier título denominacional, ya que esto la ubicaría en terreno sectario y sería una negación de la verdad del cuerpo único. La iglesia de una determinada localidad es autónoma, responsable a la Cabeza que es el Señor Jesucristo, quien ha prometido en Mateo 18.20 estar en medio. Hay una buena comunión con otras iglesias locales, o asambleas, pero no hay ninguna confederación.

3. La iglesia local está gobernada por una pluralidad de ancianos con autoridad delegada de la Cabeza exaltada. El Nuevo Testamento no reconoce un esquema clérigo ni de ministerio de un solo hombre. El Espíritu Santo forma a los ancianos; Hechos 20.28. Estos no se autoproclaman sino son reconocidos por la iglesia local como idóneos para esta obra, si es que se ocupan en ella; 1 Tesalonicenses 5.12,13.

4. El sacerdocio de todo creyente; a saber, que cada uno es un sacerdote santo para la adoración y un sacerdote real para el testimonio; 1 Pedro 2.5,9. Esta Escritura excluye la idea de cleros y laicos. Hay una maravillosa libertad para la adoración y el ministerio guiados por el Espíritu Santo.

5. El papel desempeñado por las mujeres contempla su silencio en la iglesia local en lo que se refiere a la enseñanza pública; 1 Corintios 14.34, 1 Timoteo 2.11 al 15. Su sujeción en este sentido se evidencia por guardar la cabeza cubierta, 1 Corintios 11.1 al 16. Con todo, su esfera de servicio es sumamente amplia, tanto en el hogar como entre otras de su propio sexo; Tito 2.4.

6. El bautismo es por inmersión y para creyentes solamente, basado en una confesión de fe.

7. La cena del Señor es de importancia primordial, a ser observada cada primer día de la semana. Nunca hay un coordinador ni ancianos encargados: estos reconocen el señorío de Cristo y la soberanía del Espíritu Santo para guiar en la adoración y la exposición de la Palabra.

8. Las Sagradas Escrituras requieren una interpretación dispensacional. Es esencial distinguir entre el llamamiento terrenal de Israel y las promesas para esa nación en el Antiguo Testamento, y por otro lado el llamamiento celestial de la Iglesia en el Nuevo Testamento.

9. La gran mayoría de estos creyentes en Cristo cree y enseña que el Señor Jesucristo arrebatará la Iglesia antes de la tribulación por el Anticristo y del reino milenario de Cristo en la tierra, respectivamente.

10. Las asambleas de estos hermanos siempre se han caracterizado por una evangelización proactiva en el vecindario e internacionalmente. Se ha dicho que, en relación a su número, estas cuentan con más misioneros en los diversos continentes del mundo que cualquier otro grupo evangélico. Éstos entran en el servicio evangelístico a tiempo completo sin ninguna remuneración convenida, contando solamente con Dios para suplir sus necesidades y sus medios.

EFESIOS 2:8...Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; 9no por obras, para que nadie se gloríe. 10Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.


Posiblemente estos principios parezcan idealistas e imprácticos en este mundo moderno, pero el caso es que miles de los siervos de Dios en los últimos ciento setenta años han demostrado en la práctica que la obra de Dios llevada a cabo en la manera que Dios manda puede contar con la bendición de Dios.

El evangelio de la gracia de Dios se manifiesta en la vida de los hijos suyos y es divulgado por todos los cristianos, cualquiera que sea su vínculo con movimientos evangélicos o no evangélicos. Cuando el cristiano goza de la experiencia feliz de ser un instrumento en la mano de Dios para conducir un alma perdida a Cristo, entonces por regla general este nuevo convertido será guiado a la misma agrupación religiosa que la del evangelista. El tal no sabrá que hay diversidad de iglesias, estilos de reunión, interpretaciones de doctrinas y de prácticas, ya que la fe cristiana está repleta de diferencias que bien ayudan o bien estorban en el desarrollo de un convertido a esta fe.

En la redondez del globo se encuentra un gran número de congregaciones que se rigen por las convicciones reseñadas arriba. Sus locales, iglesias evangélicas, capillas, centros bíblicos —llámenlos lo que quiera en su gran variedad— son de estilo tradicional o moderno, están en grandes ciudades y en pueblitos, en países industrializados y en el Tercer Mundo, en ambientes académicos y en desiertos. Puede que su membresía sea numerosa o reducida, pero son congregaciones independientes la una de la otra y a la vez dependientes todas de la dirección divina procedente del Espíritu Santo. Ellas actúan en armonía entre sí prosiguiendo los mismos fines, teniendo las mismas aspiraciones y deseando cada cual honrar al Señor conforme a las Sagradas Escrituras.

MARANATA